Oye, mujer, ¿Por qué no me has de querer?
Oye, mujer, tú siempre me has de confundir.
Te apareces haciendo mi corazón latir.
Cuando te marchas me siento morir.
Juegas con fuego y con lo que me haces sentir.
En el frío te haces viento y vuelves a partir.
Me tienes agonizando y sin dormir.
Me haces tanta falta, no te veo sonreír.
Debo dejar de añorarte y dejarte ir.
Ve a ser feliz, debes partir.
Déjame sola aquí, ya no me hagas sufrir.