Dale cuerda al reloj
y prosigue la vida,
una senda te espera
con poemas y rimas.
Que tus alas y sueños
dejen siempre sonrisas,
y transmitan un néctar
de ternura infinita.
No te quedes parado
y persigue la brisa,
que nos traen las resacas
con salitre y caricias.
En sus besos salados
hay canciones y risas,
que despiertan las almas
con su magia divina.
Cuando llegue la hora
ya verás la bahía,
con sus aguas y puerto
y las olas tranquilas.
Sentirás que tus fuerzas
de otros brazos precisan,
y tus ojos, la luna,
con su nana y pupilas.
Dale cuerda al reloj
y que el pecho te diga,
si es amor lo que sientes
o una dulce utopía.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/06/25