Carlos Eduardo

Y yo también sé estar triste

 

Bebo una copa,

el néctar de los dioses

me alegra, 

vivo el esplendor de esa llama,

el goce me incita a continuar

extasiándome,

y acomete un mundo farragoso,

me ausento de quienes me acompañan,

libero mis propias angustias,

travesía repetida, tediosa, enloquecedora,

afloran pasiones, arrugas del alma,

viento en contra,

arena en la garganta,

dormitando

despego del tiempo.