En una pequeña noria,
Unos se montaban,
Disfrutando del momento,
Su madre,
Los miraba,
Y se reían,
La noria vuelta daba,
Y bien se los pasaban,
Pero en su cabeza,
Le rondaba,
La pobreza que tenían,
Tan solo un viaje,
Les podía pagar,
Aunque para comer,
No tuvieran.
Un trabajo tenía,
Con un misero sueldo,
Que para poco llegaba,
Pero ella contenta estaba,
De ver como disfrutaba,
Llego el final,
Y la noria paro,
Paraba poco a poco,
Hasta quedar detenida,
Bajándose los niños,
Y pidiendo más,
Muy a su pesar,
Le dijo no.
Los niños cabizbajos,
Se quedaron,
Marchándose.
De pronto,
En la lontananza,
Una voz se oyó,
Una persona la llamó,
La vuelta se dio,
Su jefe resulto ser,
Allí estaba trajeado,
Y con sus sobrinos,
La saludo,
Comenzaron a hablar,
Los hijos continuaban,
Con la petición,
La madre le contestó,
No tengo dinero,
Eso llego a oídos de su jefe,
Y sin ningún problema,
A los sobrinos e hijos,
A la noria los subío,
Mientras que con ella hablaba,
Su situación explico,
Con mucha vergüenza,
Viuda era por desgracia,
Y poco dinero cobraba,
Al decir esto,
Su boca se tapó,
Y pidió perdón,
El jefe la escucho,
Cuando la noria termino,
Sobrinos,
Ella y sus hijos,
A una hamburguesería fueron,
Sin ninguna mala intención,
Esa noche de buena cena disfrutaron.
Su jefe al día siguiente,
A su despacho la llamó,
Buenas referencias tenían,
Fama de trabajadora intachable,
La recibió en su oficina,
Y tras larga charla,
Como encargada ascendió,
Con un buen sueldo,
Sin pedir nada a cambio,
Contenta se quedó,
Su sueño se cumplió,
Sus hijos podían comer,
Y ella también,
No le iba a defraudar.
Un día sin esperarlo,
Con su jefe quedó,
Para hablar con él,
Para agradecer el ascenso,
Y comunicar su avance,
Pero no fue así,
Fue una cita,
Para conocerse,
Se intereso por su vida,
Y lo que necesitaba.
Los días pasaban,
Quedaban a diario,
Para comer,
O cenar,
Pagando ella una canguro,
Aunque en el trabajo,
Fuera diferente.
Una linda historia,
Se forjaba,
Lentamente,
Hasta que se declaró,
Y ella acepto,
Nació el amor,
Sin querer,
Desde la noria,
Hasta el trabajo.
A sus hijos acogió,
Y del alquiler se olvidó,
A su piso fue,
Y su vida cambio,
Muy felices eran,
Sin mezclar,
Amor con trabajar,
Pasados los años,
Se casaron,
E hijos tuvieron,
Todos bien se llevaron,
Un futuro se presentó,
Sin esperarlo,
Las malas rachas,
Se acabaron,
Los hijos crecieron,
Y heredaron la empresa,
Mientras sus padres,
De una jubilación,
Bien ganada disfrutaban.
La empresa evoluciono,
Y más empresas crearón,
Internacionales fuerón,
Los beneficios subierón,
Y se enriquecierón,
Iba todo viento en popa,
Y jamás quebrarón.
Los educaron bien,
Buena carrera hicieron,
Con muy buena calificación.
Sus padres mientras descansaban,
Juntándose todos,
En fechas señaladas,
Felices y contentos,
Un día a la noria fueron,
Y allí su historia contaron,
A sus hijos,
Y la casualidad,
Otra vez ocurrió,
Alguien del gentío,
Miradas fijas clavaban,
Imposibles de retirar,
Los padres,
Se miraron,
Y observaron,
Como los hijos,
Hacia ellas se acercaban,
Pocos años después,
Con ellas se casaron,
Y nietos nos dieron,
Con suerte los conocimos,
Los disfrutamos,
Y los acurrucamos,
Mientras pudimos,
Doy gracias a la noria,
Que fue quién nos unió,
Y continúa haciéndolo.