Black Lyon

Dios: Arquitecto del Infierno.

Astríferos son los acaudalados ríos que riegan las portentosas montañas del Paraíso, 
perfecta es la obra del gran Demiurgo que abraza los confines del universo.
Mas así como el Eterno ha decidido diseñar el Cielo,
de la misma manera ha permitido un espacio llamado: Infierno
.

Hay quienes piensan que el Hades es el \'Basurero de Dios\',
lugar de odio, venganza y tristeza eterna para los condenados.
Pero en realidad es solo un lugar ontológico en donde viven los anárquicos;
es la extensión de su divina misericordia para quienes han decidido odiarlo.


No es posible que la distorsión psicológica conviva con los bienaventurados,
no es posible que lo manchado entre al Edén;
no es posible que el petrificado a la corrupción desee amar al Creador,
no es posible obligar al réprobo a estar en gracia sin devoción.


Sucede que Dios permitió este espacio existencial,
para que los residentes que le aborrecen puedan morar.
Extenso es ese desierto para aprender y procurar compartir,
para aliviar el dolor basal del odio exacerbado con el que se acostumbraron a vivir.


Les vale más existir que no existir,
pero en la sociedad de los infernales establecen jerarquías substanciales:
bien sea por conocimiento, maldad o influencia;
las hay humanas y demoniacas: al fin de cuentas, seres racionales.


Estos se han organizado por periodos;
establecido reinos y logrado proyectos,
al igual que en la Tierra, terminaron sepultados.


¿Y cuál es el peor sufrimiento?
Que el alma se encuentra atada a la psicología distorsionada;
son ellos mismos los que no desean la salvación (Mateo 12:32);
piensan que el mundo, Dios y la sociedad están en deuda con ellos,
pero la realidad es que han cedido a su ego.
¡Qué tan importante es la gracia de Dios y reflexionar el pecado!
Para evitar pensar que uno ya está salvado.
Cuando uno le pide con ahínco al Espíritu Santo,
Él muestra a uno sus fallas y uno busca el perdón con decanto.