Debí ser pan
Amasado con ternura
Y dorado al calor
De un fuego venturoso.
Debí alimentar con empeño
Al que ah bien viniera,
A mi fuego.
Sin importar, ni color,
Ni procedencia, ni arenga.
Ser bendita, bondadosa,
Ser fresca.
Debí servir con holgura y dispuesta.
Ser siempre a la mesa
Cómo el pan de sustento
No existir para trueque
Mentira o feria.
Debí ser más total
Más firme
Más buena.
Cómo pan que alimenta
Y que llena.
Sin mezquindad,
Sin siquiera quimera.
Debí ser más noble,
Más fuerte,
Más sincera.
Ser constante, valiente.
Ser entera.
Nunca ser pan de perro.
Jamás fallecer en el intento
Siquiera.
Ni en la lucha,
Ni en la guerra.
Ser como el pan
Que alimenta y que llena.
Ser rangosa y habitual
Sin importar la faena.
Debí ser pan
Que alimenta, que llena.
Lámina para dorar
Ser el pan de la tierra.
Martha Patricia- Arauca- junio-25