Hernán Mejía Silva

CIUDADES

Éramos humanos,

vivíamos en la ciudades inundadas 

por miedos, ira y deseos…

propiedades extrañas de una sutil belleza.

 

La imperfección llamaba, intensa,

era fuego para el cuerpo y sus delirios ufanos,

nuestras abstracciones fueron olvidadas,

sin embargo, en la lluvia latían nuestros devaneos.

 

Fuimos humanos, un instante,

antes de ser luciérnagas y silenciosos,

víctimas de nuestros malos momentos,

ahora somos el fragmento de rima disonante.