D. Méndez

Inconcluso 6

Sé que me arrepentiré

de escribirte esto,

como siempre me arrepiento

de sentirte en mi respiración.

 

Pero no dejo de pensarte,

como un deseo que no se apaga,

como el humo que se cuela bajo la puerta

y vuelve a llenar la habitación.

 

No entiendo por qué

cada día se vuelve más necesario

tenerte cerca.

Ni por qué me tiembla el cuerpo

al recordar cómo me controlabas,

cómo tus manos sabían leer mi piel

mejor que yo misma.

 

Y aquí estoy,

debatiéndome entre buscarte

o seguir fingiendo

que mi vida es normal sin ti.