Duele,
nadar entre tanta agua indiferente
presenciar como cambia todo, duele.
Intentar ahogarse y fracasar en ello
obligándonos a flotar con vista al abismo
sin más remedio que volver a nadar.
Duele, todo eso que vemos y no gritamos;
y también lo que sentimos y nadie ve.
Nadando en el mar o caminando en la calle
que mas da! es lo mismo.
Todos viven y unos mueren, lo que duele
es ver como todos ellos caminan hacia la muerte.
Son cristales ¿lo sabían? todos ellos y nosotros,
flotando entre corrientes sin saber a donde.