LA ESPERA.
Pasa el tiempo indiferente,
entre paciencia y espera,
y el alma fija… Resiliente,
se niega a esperar quimera.
Es su espera viva esperanza,
seguridad de algo concreto,
el tiempo es sólo templanza,
de un amor callado y secreto.
Grata y quieta es la espera,
sin atisbos de desespero
como paciente es la fiera,
acechando manso cordero.
El tiempo lerdo camina,
entre aromas de entereza,
y la paciencia conmina,
a no perder la cabeza.
No hay futuro sin espera,
ni presente sin pasado
y si no tenemos quimera,
nada habremos esperado.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Junio 2 del 2025.