jtaltuve

La Cicatriz de lo Inaudible

Casi el silencio es voz que gime clara,
un eco amargo de lo que fue y no alcanza.
La luna, en su desvelo, nos depara
la absurda luz de una perpetua danza.
¿Quién podría, si no el ciego, ver tan hondo
la grieta exacta del alma, donde anida
la fe que se desploma, el abismo redondo
de una verdad que muere, siempre viva?

 

Y en ese hueco, donde el eco se deshace,
la misma herida canta una quietud perenne,
un susurro inaudible que el tiempo no deshace,
la luz más tenue que en la sombra se detiene.
Porque es el dolor, irónico, el que forja
la más bella canción en la desolación,
un mapa en la penumbra donde se desborja
la fortaleza que nace de la rendición.

 

El sol se oculta y en su adiós, un secreto:
las estrellas, dormidas, revelan su fulgor.
Así la soledad, amargo y fiel decreto,
es el vasto universo de nuestro interior.
¿No es acaso el naufragio el mejor de los puertos,
cuando el alma, vacía, encuentra en su naufragio
un ancla de esperanza en los parajes muertos,
y el desamparo se vuelve su más hondo presagio?

 

JTA.