CBR

Manifiesto del Topo

No pienso, ni por asomo, que vuelo encarnando.
Suelo apretar lo que no quiero sin aprenderlo.

Si mi pasión es soltar sin parar a llorar,
lloraré siempre, porque ya no me escondo la voz.

Me nutre, sin duda, leer cada verso perfecto.
Cuando quieras, quedamos y me mandas abajo.

Ojalá tuviera ese tiempo y dejara todo lo demás
que realmente me estorba, las letras sí me dan.

Sé que puedo habitar y, con gusto, sentirme lodo,
o tejer con plomo lo que hice mal y, con la edad,
calentitos recauchutados de visión, nueva meta.

Sin duda es genial dejar el pasado y firmar capas
de tierra que nutren posibles facetas,

un topo que, aunque sin alas, escarba
no hacia el cielo, solo el laberinto del ciego,
mientras los secuaces pulen su mármol sagrado.

Qué rico festín de gusanitos me pegué
y qué triste banquete el que tragan sin morder.