En el jardín de los días modernos, donde florecen las pantallas y los dedos acarician cristales más que pieles, nace una bruma espesa:
¡¡! Las Redes Sociales !!!
El nuevo veneno de nuestra Sociedad
Allí, donde todo parece verdad porque se repite, porque sé comparte, porque brilla.
Pero no todo lo que reluce es oro, y no toda palabra dicha merece ser creída.
Allí caminan los ojos hambrientos, buscando certezas, y hallan espejos rotos. Noticias disfrazadas de hechos, titulares que gritan como profetas sin templo, versiones moldeadas como barro, suaves a la mano pero huecas al corazón.
Las verdades se visten de mentiras y las mentiras se coronan como reinas del instante.
Pobre de aquel que no duda, que no contrasta, que no pregunta. Pues el que traga sin masticar, sé envenena.
El que comparte sin pensar, multiplica el humo. Las redes no son ríos de agua clara, son mares de espejismos, donde la mayoría de las olas no traen verdad, sino intención.
Y el alma, si no se cuida, se contagia. Se vuelve eco de lo falso, faro de lo incierto, eslabón de una cadena que nunca quiso forjar.
Que se abran, entonces, los ojos críticos, que se afilen las mentes como plumas de halcón.
Que quien lea, investigue; que quien dude, se fortalezca. Porque sólo el que busca más allá de la pantalla, halla la verdad entre tanto ruido contaminado falsedades manipuladas y tarados sabios del todo.
Manel Lorens
Junio 2025