Eugenia Bin

No te atrevas...

No te atrevas a mirarme

con tus ojos de mentira.

No te creo, no te veo,

no sé quién eres

ni por qué respiras.

 

No te atrevas a hablarme

de tu conducta impoluta.

Me engañaste, me usaste,

y te fuiste,

sin aviso, sin disculpas.

 

No te atrevas a desearme,

ya por ti,

nada siento.

Ve con ella.

¡Eres libre!

Yo, al menos, no te miento.

 

No te atrevas a besarme,

mi boca ya tiene dueño.

Y las palabras que hoy brotan

te seguirán

hasta en tus sueños.

 

No te atrevas a ayudarme,

de ti

ya no quiero nada.

Estás lejos,

estás triste,

con la vida

derrotada.

 

Y, sobre todo,

por favor...

No te atrevas a volver.

Ya no me importa tu vida,

ya no me importa

tu ser.

 

Eugenia Bin.