el brujo de letziaga

¡Ah, tristeza loca!

¡Ah, tristeza loca!
no hay poema que me redima,
mientras mi mente activa su resistencia,
sola, en muy mala hora...

Dormir me cuesta 
pues Orfeo nunca escapa de mi casa,
siempre me convoca,
a su caos mental que me enrosca...

Con el ayer lejano me marea,
cuando me da la mano y me transporta,
y aunque no lo consienta,
siempre me persigue y me da caza...

¡Ah, tristeza loca!
que el silencio de tu mirada muda
entorno a mí gira y gira,
como una santa y una puta y no se disipa...