Si estuvieras aquí todo sería diferente,
se renovaría la ilusión…
me volvería la sonrisa…
y seguramente tanto a ti como a mi…
nos invadiría un indescriptible gozo…
que acabaría con el martirio de tu distancia.
Sería tan distinto…volvernos a ver,
te acogería en mis brazos…
y jamás, nunca más te soltaría,
te encadenaría a mi destino…para siempre,
porque no estoy dispuesto a correr más riesgos…
después de haber padecido …el horror de tu alejamiento.
Tu no lo sabes…
pero tengo que confesarte mi angustia…
a razón de tu partida,
quise encontrar la fortaleza de aceptarlo…
y admitir tu decisión hiriente y fría,
mas sin embargo…
mi valentía se vino abajo,
y no pude sostenerme del coraje,
me sentí tan vulnerable,
y me di cuenta lo espantosa que puede ser tu ausencia.
Tu y yo empeñados en negarnos…
haciéndonos los indiferentes,
tratando de no darle espacio al sentimiento,
comprometidos a cualquier precio …
en buscar la manera de olvidarnos.
Pero nada es suficiente cuando la pasión es mutua,
y nada podrá truncar…
lo que el universo ha dispuesto…por supremo mandato.
Tu y yo estamos fusionados en un mismo ser,
condenados a amarnos…y extrañarnos…
a pesar de soportar la irracionalidad del destino.