Ellos ya no están
creo que se han ido de viaje.
Algunos se aburrieron de esto
y a otros se los llevaron.
Ellos ya no están, es cierto.
Uno se siente tan vacío
cuando se da cuenta que puede sentir frío
y se le escapa en un aliento el alma.
Y la gravedad hace lo suyo
haciéndonos caer de rodillas
con el frágil peso de las lagrimas.
Ellos ya no están.
Ni nos despedimos ni se despidieron.
Así que aprovecho esto
y les digo adiós
espero que por allá
se encuentren mucho mejor.