En las batallas siempre acompañaré y daré protección a mis soldados. A los que den su vida recompensaré a sus familiares en exceso y criaré a sus hijos para que sean la nueva mejor versión de sus progenitores, a los heridos les recompensaré, premiaré y cuidaré para su mayor pronta recuperación y a los soldados que sigan en píe premiaré, reconoceré y se volverán mis mejores soldados, en los asedios me volveré la más hábil e intuitiva repartidora.
Puesto que buena importancia se le da a las guerras terrenales y buen reconocimiento a quienes las batallan, pero alejados del campo de batalla las guerras más importantes son las que batallas cada mañana al despertarte, batallas que si bien es cierto que son relativamente fáciles de ganar el día que la pierdes ya no hay vuelta atrás.