Amor autoengaño: el arte de idealizar al verdugo, edición de lujo.
El amor es un mito con tetas postizas,
un perfume barato que embriaga al idiota.
Se pronuncia en susurros... y huele a cornisa.
Te promete universos, te da cicatrices,
te revuelca en la cama, después te derrota.
El amor es un mito con tetas postizas.
Te lo venden en versos, en series macizas,
te lo imponen los lunes con cara devota.
Se pronuncia en susurros... y huele a cornisa.
Es un trato entre cuerpos con leyes ficticias,
con cláusulas turbias que nadie te anota.
El amor es un mito con tetas postizas.
Si lo abrazas, te inyecta sus drogas narcisas,
te reprograma el alma y después la explota.
Se pronuncia en susurros... y huele a cornisa.
Al final, como siempre, vendrán las pesquisas:
¿Quién mintió? ¿Quién fingió? ¿Quién puso la cuota?
El amor es un mito con tetas postizas,
se pronuncia en susurros... y huele a cornisa.
La Hechicera de las Letras.