Que larga y triste es la vida
cuando es la reseña el mal,
que insidiosa es la partida
cuando se quiere medrar.
Falso corazón que lleva
serpenteando su mente,
con objetivos medidos
a sus egos persistentes.
Pensad que la vida es amplia
y el honor es alto y fuerte,
no celebréis alharacas
que en vosotros no merecen.
El honor de un hombre digno
Es: del ayer, hoy y mañana,
no se quieran merecer
lo que ayer…fue una tangana.
En el bien hacer -del poeta-
aunque lo cubra el estiércol,
siempre saldrá su verdad
porque ésta, llega lejos.
Precisamente el Ciprés
es el árbol de la sombra,
y él custodia a la vez
toda la maldad que sobra.
Tápense con manta propia
porque la ajena es muy corta,
sujetados a los flecos…
esos, ya no se soportan.
Roberto J. Marín
Nota: Foto tomada de Googlee