En la sombra camina el alma errante,
cargando un peso, un dolor constante.
La risa se ahoga en un mar de desdén,
la vida se viste de gris y desgen.
La tristeza abraza en un frío abrazo,
susurra en la noche, en un oscuro lazo.
Los sueños se quiebran, como cristal frágil,
el eco del llanto, un lamento trágico.
La soledad grita en el silencio eterno,
un corazón herido busca el invierno.
Las horas son lentas, las sombras son largas,
en un mundo vacío donde la luz se apaga.