Son dos mujeres. Una debajo, encima
la dominante. Las tengo miedo.
Una postura que a la belleza se aproxima,
ya con intención me importa un bledo.
Un bledo no la belleza... alta esa postura
en que llego a pensar como hombre cuadrado,
que soy yo. Obvio que no estoy a la altura,
como un pescado que huele demasiado,
y que no se libra fácilmente el caminante.
Tampoco irreal la foto es, que a cal y canto
esa puerta del amor para mí dura ya bastante:
la cruz de mi cabaña es ser ermitaño no santo.
Mayo 2.025
NACHO REY