No todos somos poetas,
ni todos somos toreros,
es bueno dar un mal lance,
salvarse de ser cornado.
La pluma por banderilla,
con el papel por capote,
y salir tan bien librado,
no quedarse con las ganas.
De cortarle las orejas,
para en el cambio de tercio,
componer sangriento verso,
sin necesitar cabrestos.
y que me saquen del ruedo
por intentar torear,
o, escribir algunos versos,
es mejor salir del ruedo.
y no quedarse con ganas,
de burlar un gran buril,
con versos en el capote,
y en hombros también salir.
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
01/06/2025