En el abismo de mi alma, te busqué con fervor, donde la luz se apaga y la oscuridad es mi dolor.
Te encontré en las sombras, en el vacío y el pesar, y mi corazón gritó, desesperado, sin cesar.
Oh, Dios, escucha mi súplica, mi clamor en la noche, convierte esta oscuridad en un rayo de sol que me abrigue.
Ilumina mi alma, solitaria y desvanecida, que se va como la neblina, sin rumbo ni vida.
En este desierto de sombras, grito tu nombre, esperando que mi voz llegue a tus oídos divinos.
Rompe las cadenas de la oscuridad que me atan, y haz que la luz del amor me envuelva, me sane.
Mi alma, cual neblina, se disipa sin cesar, y en este vacío, solo queda mi grito desesperado.
Pero en ti, oh Dios, deposito mi esperanza, que conviertas mi noche en un amanecer radiante.
Que la luz del sol ilumine mi camino, y mi alma, renacida, encuentre paz y refugio.
En ti, oh Dios, confío, en tu amor y tu poder, para que mi oscuridad se convierta en luz y mi alma vuelva a florecer.
ππͺπΏπ♥οΈ