\"Costumbres que duelen\"
Me acostumbré a esperarte sin motivo, a tu regreso lleno de quizás, a tus ausencias que sabían a olvido y a tus mentiras dulces, sin piedad.
Me hice a la idea de vivir contigo, aunque vivías lejos, en tu paz, yo entre batallas, tú en tus laberintos, yo dando todo, tú sin dar jamás.
Costumbre fue llamarte mi refugio, aunque dolías más que la verdad, aunque tu abrazo siempre fue tan frío como la lluvia que no quiere parar.
Y fui quedándome en tu indiferencia, como quien duerme en medio de un volcán, como quien ama a quien no tiene tiempo, ni voluntad siquiera de amar.
Te convertiste en sombra que me sigue, en eco que no quiere silenciar, en ese “no” que grita entre los sueños cuando más quiero dejarte de amar.
Hoy ya no estás… y sigo en esta casa repleta de tus gestos sin mirar. Ya ni me duele, ¿sabes? Me da rabia haber amado tanto… sin final.
Y ahora entiendo —tarde, pero firme—, que uno no extraña a quien no supo amar. Se extraña el sueño, la ilusión perdida, pero a ti, por costumbre… ya no más.
Nelson Aburto Alemán.
NE_LA°.