No me gustas, lo juro.
Ni te sigo por gusto,
ni leo tus letras por arte,
ni escucho tu voz por susto.
No me interesa tu estilo,
ni tus frases, ni tu paso.
Solo paso por tu sombra
como quien no quiere el lazo.
No me inspiras. Te lo juro.
Solo me robas el tiempo.
No sé por qué me haces ruido
si eres tan… sin fundamento.
¡No sé qué te ven los otros!
Ese algo que a mí me falta…
perdón, que a mí me sobra,
yo no quiero lo que exaltas.
Tu talento es solo suerte,
tu pasión, puro teatro.
Y si brillan tus palabras…
es por truco del formato.
Yo no admiro, yo no envidio,
yo no imito, solo observo.
Lo que tú haces, lo hago dormido.
(Solo que… aún no lo muestro).
No me dueles, no me importas,
no me impactas, ni me mueves…
Pero aquí estoy, otra vez,
comentando lo que escribes.