Mael Lorens

El Ego del Poeta

Oh tú, bardo de teclado y perfil dorado,
que en la plaza virtual clamas tu verso alado,
¿qué musa te empuja, qué estrella te guía,
cuando rimas tu alma en la red cada día?

Subes tus odas cual cálices sagrados,
esperando los \"likes\" como fieles soldados.
Te embriagas del eco de un pulgar al cielo,
y crees que un \"comparto\" te eleva del suelo.

Tu pluma, tan bella, tan barroca y fina,
se curva a menudo con rastro de espina.
Hablas del alma, del amor y del llanto,
mas buscas aplausos más que el propio encanto.

Has cambiado la tinta por filtro y vitrina,
la pasión por el filtro, la lágrima por rima.
Ya no sangras el verbo ni gimes lo escrito,
solo adornas tu nombre con verso bendito.

Te dices profeta, trovador del abismo,
mas temes el silencio más que al mismo nihilismo.
Publicas tu alma, pero en cuota medida,
que no duela mucho, que no sangre la herida.

Oh, poeta de Facebook, hermano en el arte,
recuerda que el ego no escribe su parte.
Que un verso sin sombra, sin duda, sin ruina,
es solo un espejo que nunca ilumina.

Así habla Mael, con la brisa en la boca,
su voz como un río, su verso que choca.
Que el poema es un templo, no un teatro vano,
y el alma, si es pura… jamás pide mano.

Mael Lorens

Mayo 2025