Raul Gonzaga

La fortaleza interior

Que nadie se preocupe
por lejano porvenir,
todo tiene que salir,
basta sólo que se ocupe;

si un deseo lo consume
y no lo deja dormir,
sólo tiene que pedir:
que nada, nada lo abrume;

si es verdadero el anhelo,
si lo genera el amor,
todo tendrá solución;

hay ventanas en el cielo,
hay misterios en la flor,
luz en nuestro corazón...