mauro marte

SAUL

                 SAUL

                            A Saul, Mi hijo

 

Naciste con carácter firme

y desde niño, tuviste claro tus sueños

y tras él, marchaste como un ágil cazador

con tus manos diestras, herencia de tu madre

soñaste con crear versos entre cabellos y cabezas

y donde, nosotros los normales, solo vemos greñas

tu veía líneas, curvas, figuras y los dioses te hicieron

estilista-peluquero.

 

Y has forjado tu universo, entre tijeras, peines, tintes,

secadores y lava cabezas, heredero de aquel, que hace

miles de años, marco la diferencia con un corte de pelo,

que tantas veces salvo una vida al cambiar el rostro y

donde había abandono, surgió belleza.

 

Hijo amado de mi alma, imagina un mundo sin los seres

como tú, que, a través de su arte, van cambiando rostros

y marcando diferencias y con estas diferencias marcan

tendencias, de tus manos surge un arte, que parece efímero

pero que se hace eterno en los recuerdos, fotos y pinturas.

 

Otros, hemos elegido lo inútil, tú has elegido un arte útil

que los dioses, que te han bendecido con esas musas, nunca

permitan que el desánimo se anide en tu alma y que siempre

vea en cada alma que recorta o cambia de peinado un hijo de

aquel que también es tu padre absoluto, El Dios de los dioses.

 24 diciembre 2022