¿Por qué no estabas cuando te necesitaba?
Si yo era paz. Si yo era calma.
¿A qué mundo huías mientras te esperaba?
Al de la mentira. Al de la farsa.
¿Cuántas vidas querías?
Si me engañaste día tras día.
¿Y de qué vale lo que tienes,
si ya no sabes ni lo que quieres?
¿Por qué has mentido tanto,
si no puedes sostenerlo?
¿Qué piensas hoy de todo aquello?
Te pesa tanto... que ni yo puedo.
¿Estás arrepentido o simplemente resignado?
Nunca pedirás perdón. Eso no te lo han enseñado.
Y cada vez que te veo, se nota que me extrañas.
Y estiras los brazos, pero ya no me alcanzas.
No recuerdo ni lo que fuimos. Ahora eso es pasado.
Me marcho para siempre. Casi muero a tu lado.
Eugenia Bin.