Y vienes a mí con el color del aire,
con la brisa de de océano ausente que
barre y destiñe todos los secretos,
pasas a mi lado vestido de mar, vestido de arena, sal, y de tiempo pausado.
yo quisiera no reconocerte,
no salpicarme en tu correr,
no ahogarme en la aventura de tus ojos.
Pero, pasas a mi lado como la palabra
prometida, y yo te miro a los ojos,
te miro desde la profundidad de mi piel,
te espero, y mi ser se llena de
inmovilidad inquieta.
Te detengo, te detienes...
Cioran decía que era la tentación de
existir, te detengo, me detienes en una
geografía de la nada,
convencida de su monstruosidad,
y el viento arrebata de tu boca el
silencio del rojo atardecer y el viento me
arranca el coral de tu querer.
P. Sabag, palabras escapándose,fr