Jamás me he sentido poeta
no tengo traje, ni estirpe, ni título,
pero a veces
me quedo atrapado en el silencio
y escribo como quién desangra sin querer.
Mis versos no tienen métrica,
no los maquillo,
no los visto de gala,
apenas sí los dejo caer
como caen las hojas que ya no pueden más.
Y aún así
me atrevo a llamarle poesía,
no por arte
sino por necesidad.
Porque hay días
en que el pecho no alcanza
y la palabra es la única forma
de no morirme del todo