“A veces despiertas en la mañana y piensas: no voy a lograrlo,
pero te ríes por dentro, recordando todas las veces que te sentiste así.”
Charles Bukowski
El rey del realismo sucio.
Las piedras no duermen: se guardan memorias
de dioses que huyeron por grietas del alba,
conservan el pulso de un mundo en penumbra
y el eco de un canto que el polvo resguarda.
Bajo el silencio en calma, se escucha el latido
de un tiempo sin tiempo que nunca se acaba,
la lengua tallada por siglos de viento
y el grito del fuego que el agua no apaga.
Lo toco y se escucha, la sombra del trueno,
y siento en la carne la edad de las almas,
el hueso del mundo, su verbo escondido,
el nombre primero que el hombre olvidara.
No hay piedra sin cifra, sin cifra un destino,
la huella es pasado que el hoy nos enmarca.
Se alzan cual puertas sin marco ni muros,
como ojos cerrados que el cosmos declara.
Y me hablan de noches sin boca ni rostro,
responden preguntas que nadie nombrara,
y al filo del sueño, si el alma está atenta,
confiesan que todo lo eterno…
se calla.