Llámalo casualidad,
al evento inexplicable y percibido
A lo que sientes bajo un suspiro
A lo que parece conocido y altera tu realidad.
Cuantas casualidades puedes contar bajo un mismo cielo
Y cuantas casualidades no son tan casual.
Acaso, no es el sol quien renueva los días?
Y la luna, no es quien atenua la inmensa niebla en ausencia de su amado?
Entonces porque ya me conoces sin conocerme y reprimes?
Como es que conozco tu inmensa ternura,
Y los cantares de locuras que se posan en tus ojos
De que va la necesidad si nos negamos a saciarla
Y que valen las verdades si decidimos no contarlas.
La vida es una poesía
Luis David Cuevas