José Luis Barrientos León

Un mundo tras el cristal

 

Hay un mundo tras el cristal,

un mundo en medio del caos,

en donde los muertos aparecen,

amables y bondadosos,

abrillantando sus cuentas bancarias,

en medio de habitaciones para muertos,

que no aman, que no abrazan,

que no abren sus ojos,

que no alimentan anhelos

tan solo materialidad sin afectos,

materialidad en monedas que se reciben

a cambio de los sueños.

 

Hay un mundo tras el cristal,

donde no aparecen los muertos,

un mundo de columpios y de juegos,

en donde la oruga,

se entrega en ofrenda a la mariposa,

y la semilla se inmola a sí misma,

para convertirse en bosque,

donde una lágrima se convierte en escarcha,

para humectar las fantasías.

 

Hay un mundo tras el cristal,

un mundo de muertos,

un mundo de sueños,

y yo decido donde estar.

 

Un mundo donde habitan los recuerdos,

un mundo de caminos sin estatuas,

un mundo de estatuas sin caminos,

un mundo de casitas adornadas,

un mundo de palacios vacíos,

un mundo de cunas para niños,

un mundo de tumbas desoladas,

un mundo de pobres bienaventurados,

un mundo de ricos olvidados,

hay mundo tras el cristal,

Y yo decido donde estar.