Todo tiende al desorden,
al desparramo,
a ese lento caos que nadie detiene.
Pero vos no.
Vos tenés esa forma rara
de que las cosas no se desarmen cuando estás.
Como si el tiempo se sentara a mirarte,
y el universo (derrotado)
dejara de deshilacharse.
No es que pongas orden,
es que haces que el desorden
se sienta en casa.
(Y si eso no es magia,
que alguien me explique el truco)