A.V

Un hueco profundo.

En el hueco de mi pecho,

tu nombre aún respira,

como un eco que se niega a apagarse

aunque tú ya no lo escuches.

 

Te quise con raíces profundas,

con sueños que pinté en las nubes,

pero tus manos siempre buscaron

el filo de la libertad

deshaciendo nudos que yo tejía.

 

No luchaste,

no miraste atrás

y en tu silencio,

el mío se quiebra.

 

Te extraño

como se extraña la lluvia en el desierto,

sabiendo que no volverá.

 

Aún así, mi corazón susurra,

y en cada latido,

te nombra,

aunque tú ya no lo hagas.