Hernán Mejía Silva

EL SUEÑO QUE ME DEJÉ ROBAR

Me entregué a la velocidad del caos,

¡fuego!, y su locura en cadena,

quedaban pocas escenas,

más bien éramos fragmentos descuidados.

 

Alguien compartió conmigo el momento,

se robó la agitación y dejó la paradoja,

nos tragó la temible ola roja,

cambiaríamos de cuento…

 

Mutamos en vicio y decadencia,

la codicia del mareo y la nausea,

entregados a mi desvelo… nos encontró la suerte,

en el derrumbe de cielo y el suelo, el amor estaba presente…