David Arthur

El aroma de la rosa

 

Los regalos sencillos que mi corazón y alma cortejan,

sin duda, son escenas y obras de arte de la naturaleza.

En el prado primaveral una yegua con su potro pastan

y los corderos recién nacidos que de alegría cabriolas hacen.

 

Las tardes agradables de verano de fragancias florales,

mientras en la tranquilidad una copa de vino saboreo,

mirando la actuación de un baile iluminado de las luciénagas,

antes de que los heraldos del alborado empiezan a cantar.

*

Las hojas caidas, poco a poco desvistiendo los árboles,

tejan alfombras de colores otoñales en los bosques.

En noches de invierno la escarcha arte en ventanas dibuja,

cual de tanta gracia solamente los elegidos perciben.

*

¿Y aquellos con tanto poder, que por lograr aun más luchan,

toman ellos el tiempo inclinirse para oler el aroma de la rosa?

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David Arthur ©®

Foto propia