Mi querida patria
por dónde me llevas
no pedí subir
en esa carreta.
chirrían los ejes
no te das ni cuenta.
Rocín de azabache
de herraduras nuevas
no paras el trote
ni miras apenas
sujetan tus bridas
dos manos derechas.
Te alejas del pueblo
que es toda tu fuerza
quedaron los gatos
maullando en la puerta
y en la vega el huerto
se llena de hierba.
No solo fue el voto
lo que yo te diera
fue también mi voz
para que dijera
basta a la injusticia.
Ahora soy culpable
y siento vergüenza.
Qué pronto te olvidas
de tantas promesas
qué inútil me siento
qué triste me dejas
no me llevarías
si bajar pudiera.