Cada uno puede defender sus diferentes grados de estupidez, de razón, de fallas o de aciertos... pero, esto lo acepto a rajatablas en sus verdades y lo podría llegar a aceptar en sus equívocos, siempre y cuando sus actos no afecten a terceros y siempre y cuando sus errores solo afecten a SU propia vida.
Lo triste es que -ahora- el imperceptible aleteo de una estúpida mariposa descerebrada, provoca un huracán en su entorno de afectación, por la sencilla razón que tiene a otras millones de mariposas que la siguen...
Viene a ser como una procesión de boludos que siguen a un boludo mayor y que, además, carece de valores, de moral, de principios, de verdades y de vergüenza. Y los que vienen atrás, lo acompañan en sentimientos; son cómplices, queriendo y sin querer queriendo; van juntos al precipicio, arrastrando a quienes no tienen nada que ver en su marcha a la perdición.