Siento un relámpago,
siento tu latido… y no me apago.
Siento tu silencio.
Sabes que yo no me apago.
¿Y qué más hago?
Soy precavido con lo que hago.
Me corrijo… y desaparezco,
mis palabras, como un mago.
Me molesta. No quiero.
Prefiero no tener miedo.
Si te quedas, sabes que quiero.
Hay un vacío en mi pecho.
Temo… y quiero recostarme,
en tu lecho, en tu colchón.
Más carbón en la hoguera,
que me pidas que lo haga a tu manera.
No me asusto. Valdrá la espera.
Temo al amor.
Equivocarme ya no es opción.
Añoro tu sabor:
con un beso, calma mi opinión.