Hernán Mejía Silva

ALUCINACIÓN FLUVIAL

Llegó la noche,

entre cristales alados,

que se fueron dilucidando,

hermoso su derroche,

nos cubrieron por todos lados,

con su suspiro alucinando…

 

Se rompió la noche,

entre estelas rosicler,

la oscuridad se llevó algo,

imparable su reproche,

ahora brilla por doquier,

y aunque me distraigo, entre sueños… la vuelvo a ver.