Black Lyon

SatanĂ¡s (II).

\"Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él\" Apocalipsis 12:9

Finalmente haz caído, expontífice de los ángeles,
precipitado con la tercera parte de las glorias.
Mientras caes, te ahogas con tu veneno,
pensando blasfemias inimaginables hasta ese momento.

De todas los ángeles que te siguen,
tú ya estás demonizado;
pronto respiraron el polvo,
de la árida tierra de su exilio.

Los alaridos y lamentos comenzaron;
hay ángeles arrepentidos que te lanzan ofensas;
hay quienes te vilipendian de la peor manera,
y hay quienes se apartan del resto para refugiarse en su tristeza.

No hubo nunca división así,
tus cualidades y gracias desperdicias, querubín.
De amargura, vituperio y melancolía se llena tu alma,
más no deseas pedir perdón; no quieres redención;
anhelas libertad, una libertad sin Dios.

¿De qué sirvió tanta teología?
¿De qué sirvió ser portento entre los ángeles?
¿De qué sirvió contender contra Dios?
¡Oh! Pero tú lo sabes bien;
sabes bien las respuestas. 
Te comparaste con Dios,
inoculaste veneno;
taimado e inverecundo ser,
aprovechaste tus recursos,
mas a la Santísima Trinidad no has logrado vencer.

Ahora respiras barro;
los gusanos carcomen tu alma.
En tu nueva forma te enrollas,
permaneces en silencio, como reposando después de la batalla.

Aun en la tinieblas, como lunas tienen cierto brillo,
pero no es el mismo que cuando estaban en hermandad.
Aún así, los ángeles ven la gran abominación que eres,
coloso señalado; execrado y maldecido.

Cierra tus millares de ojos por un ciclo,
pronto todo lo acaecido, 
dará inicio a nueva era de terror y de suplicio.


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BL.