Lejos, sobre la mar entera
riela alegre la luna clara;
con su faz de nieve primera
mi fantasía se declara.
Las olas platinas decoran
luengas estelas del pasado;
los corales de ensueño afloran
del fondo de un vergel perlado.
Nereidas del azul me abrazan
con tules de cálida brisa;
espumas blancas se deslizan
entre juegos de ondas sin prisa.
Y mientras la espejada luna
camina por su senda eterna,
mi mundo se mece y acuna
en esta noche de paz tierna.