SonrisaAzul

Inexistente.

En los reflejos de los cristales

te busco.

En el eco que queda por los pasillos de tus zapatos al pasar,

en las marcas que quedan en los bordes de los vasos, los cuales envidio por el simple hecho de poder tocarte.

Te busco al girar cada esquina de una calle,

en las letras de las canciones más tristes,

en las noches sin sueño.

Te busco en las mil preguntas que me hago,

aquellas que nacen y mueren sin respuesta,

como una inconsistente ráfaga de luz, quedando en el olvido para siempre,

desvaneciéndose.

Te busco en las frases más íntimas de los libros que consumo, 

en un buenos días, no tan buenos si hoy no te encuentro.

Y cuando hablas, me sumerjo en frenesí, una ola de exaltación, 

y busco tus labios.

Y allí me pierdo,

y allí me quedo,

esperando una señal que no llega,

que no pasa,

que no es.

Te busco sin resultado, desesperadamente, en vano,

porque en realidad no existes. Existe tan solo la idea de ti,

las ganas de ti, 

el sueño de ti,

de nosotros.

Y aún así te sigo buscando, sabiendo que es en vano;

Y de nuevo me abraza la desesperanza, y me agarro a ella, rota en los pedazos que jamás podrás ver,

porque para ti no hay 

la idea de mi,

ni las ganas de mi.

Ni siquiera yo existo.