Con la magia oculta
del ojo de la aguja,
la vida enhebra
lo que somos.
Hilvana la esencia
con la conciencia,
y cose el acto de existir
en un cuerpo corrupto.
Borda con matices
los momentos felices,
zurce las vicisitudes
con el pilar de la resiliencia.
Con un jirón descose
a la frágil memoria,
y el olvido involuntario
deshilacha a la psique.
Al devanarse el tiempo,
la parca con figura de vieja
corta el hilo de la vida;
con tijera de doble filo.
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