No te amo con las manos,
te amo con el alma abierta como un libro
que solo vos sabés leer.
Te amo con los silencios que se quedan
cuando todo el mundo habla,
y yo solo quiero escuchar tu risa.
Te pienso como quien respira,
sin darme cuenta,
como si tu nombre estuviera escrito
en el aire que inhala mi pecho cansado.
Sos mi pausa…
mi lugar seguro en medio del caos.
No sos mía, y sin embargo
mi corazón se comporta como si fueras
su única bandera.
Como si el mundo tuviera sentido
sólo cuando tus ojos lo miran conmigo.
Yo no quiero un amor perfecto,
quiero el nuestro.
Con errores, con distancias,
con promesas que no necesitan juramento
porque se graban en el alma.
Y si un día te vas,
no voy a detenerte…
pero vas a llevarte partes mías
que no sabías que habitaban en vos.