Para el que no tiene nada
este mundo es un calvario
pero el que todo lo tiene
vive un mundo regalado.
El niño del rico deja
en el plato la comida
mientras el del pobre sufre
en su estómago una herida.
El niño del rico viste
camisa con puños de oro
y el niño del pobre lleva
los suyos de llantos rotos.
El niño del rico calza
zapatos de pieles tersas
y los pies del pobre van
rasguñados por las piedras.
El niño del rico acude
a los colegios más caros
mientras el del pobre estudia
en las calles del fracaso.
El niño del rico lleva
en los ojos alegría,
el del pobre lleva piedras,
rotos, fracasos y heridas.