En la densa niebla de un mar sereno,
se silencia el miedo y se apaga el trueno.
Solo cuando las bravas olas rugen,
es ahí donde los valientes surgen.
Las galernas, con su furia y espanto,
te enseñan a bregar con el quebranto.
Forjan a fuego el acero del ser,
del marino que vuelve a renacer.
El horizonte puede verse oscuro,
mas el faro interno es siempre seguro.
Las estrellas rutilan tras las nubes
los rumbos que refuerzan las virtudes.
Boga, navegante de aguas inciertas,
no temas lo que el navegar te ofrece,
que en toda tempestad que fuerte afrontas,
se alza un capitán que grande florece.